18.4.07

Nanas de la cebolla, de Miguel Hernández

Miguel Hernàndez, el gran poeta oriolà, escriu Nanas de la cebolla, un poema dedicat al seu fill, després de rebre a la presó la carta de la seua dona on li conta que per a subsistir tan sols poden menjar pa i cebes. És una de les cançons de bressol més boniques, crues i amb forts sentiments paternals que s'han escrit. És un poema intemporal, adreçat a gent de totes les edats, menuts i grans. És clar que la gent més menuda no entendrà completament el seu significat, però li agradarà.

Podem llegir el poema, escenificar-lo, cantar-lo, plasmar-lo gràficament... Podem escoltar-lo amb la veu de grans cantants (Enrique Morente, Joan Manel Serrat i Alberto Cortez ) o nous trovadors.

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.

Ens ha agradat el muntatge de video que ha realitzat Vicente Nondedeu, amb una ambientació històrica interessant per incloure-la a classe.

1 comentari:

Anònim ha dit...

El poema es magnífico y el video muy interesante, un montaje que te traslada a Miguel Hernández y su época. Parece que viendo las imágenes sientas más el contenido poético.
Antonio Luján Hernández (Alcala de Henares)